El Fuego Valyrio de los Gestores de Residuos.

Hace ya un tiempo, un año y medio escaso, que publiqué en las redes sociales un plano muy representativo acerca de cómo el fuego estaba haciendo estragos en diversas instalaciones de gestión de residuos de diversas empresas privadas. Os lo adjunto ahora también por si queréis ver la que hace poco más de un año se estaba armando en las recocinas del sector de los residuos en España.

Fuente de elaboración propia sobre la base de Google Earth

Los incendios que por aquel entonces publicaba no eran más que los producidos entre finales de mayo y agosto de 2016, y mi denuncia versaba sobre la barbaridad de asumir 11 incendios en 4 meses sin que ningún medio de comunicación hablase de la extraña casualidad de cómo se extendía el “fuego purificador” de la crisis. Si, lo sé, por aquél entonces es que era muy inocente y pensaba que aquellas cifras eran escandalosas.

Al mismo tiempo, realicé también un artículo de análisis e investigación sobre lo sucedido en Seseña con los neumáticos, cabreado al ver que nadie daba una versión completa y realista de los hechos, y que cundían los sesgos allí donde mirases. Un artículo que tuvo muy buena acogida y del que aún tengo pendiente realizar una segunda parte sobre su resolución, si me dejan.

Pues bien, ha pasado el tiempo y como no podía ser de otra forma, me he ido dedicado durante estos meses a hacer un ejercicio de análisis de la evolución de esta situación, involuntario en muchas casos dado mi trabajo.

El resultado: este artículo, que coincide además con una reciente racha de nuevos incendios, hasta cinco concentrados en poco menos de una quincena. Y lo que entonces me parecía escandaloso, unos 2,7 incendios al mes, hoy en día se ha convertido en algo nimio, una tontería al lado de los 5, 6 y hasta 8


Video donde se representa la evolución de los incendios desde la anterior fotografía de partida.

Pero los grandes medios siguen sin hacer referencia a esta plaga de fuego valyrio que, como el de la famosa serie, no solo no se extingue, sino que está arrasando con todo lo que pilla a su paso, quemándolo todo hasta los cimientos. Breves referencias puntuales en la prensa local o regional y poco más es lo que nos encontramos cuando se producen estos incendios, pero poco o nada de labor de investigación seria en formato de documental o similar. Se ve que la mafia de los residuos no tiene tirón comercial, salvo que haya implicado algún político en la trama que merezca la pena despellejar.

En este punto, pocos somos los valientes que seguimos este tema e insistimos sobre lo insostenible de una situación que cada vez es más grave, predicando como en otras ocasiones en el desierto. Tan sólo algunos como BlogSOStenible, que está haciendo un seguimiento increíble con un listado interminable de incendios (parcialmente utilizado en este post), o Productor de Sostenibilidad, se han atrevido a abordar este tema y analizarlo en profundidad. También la página de Gestores de Residuos, publicó hace unos meses una breve pero muy realista fotografía de la situación.

Pero aparte de estas referencias, que os recomiendo fervientemente leer, poco más de enjundia veremos por ahí. Así que este artículo viene a poner un granito de arena a la “protesta” que en su día emprendieron estos blogs, continuando con la batalla y dando un punto de vista que no tiene por qué coincidir en todos los puntos, pero que en lo esencial sí que es similar: Esta situación es surrealista, insostenible y requiere de actuación urgente.


EL CURIOSO CASO DEL INCENDIO FORTUITO.

Si analizamos las noticias de los medios de comunicación, comprobaremos que los eventos registrados son siempre “aparatosos incendios” que suelen originarse “en la noche del….” o justo “cuando la empresa se encontraba vacía”, normalmente “a primera hora de la tarde”. Los incendios son siempre “por causas que se desconocen”, y todavía hoy estoy esperando a que alguien publique luego las mismas (cuando se conozcan). Su extraña virulencia hace que cada uno de ellos obligue “a movilizar varias dotaciones de bomberos”, que tardan horas, cuando no días, en apagar el incendio.

Alguno de estos incendios “fortuitos”, generados con tan buena suerte que “sólo causan daños materiales”, los cuales evidentemente cubrirá el seguro, son además especialmente persistentes. Es una auténtica mala suerte que un incendio fortuito se repita varias veces en el mismo centro productivo, como ocurrió en Caudete de las Fuentes o en L’Alcudia, incluso con poco más de un mes de diferencia (y no son las únicas). Algunos Ayuntamientos acumulan también vergonzosos records en cuanto a su capacidad para convertir lo fortuito en una experiencia habitual, en los últimos tres años localidades como Chiloeches (7 veces), Zaragoza (4 veces) o Córdoba (3 veces), entre otros, parecen acumular una sucesión de desgraciadas desdichas en el sector de los residuos.

Imagen aérea del incendio de Seseña, en su momento más álgido

Siguiendo con las incoherencias, tampoco hay que descartar las barbaridades que en muchas ocasiones lanzan al aire las autoridades, ya que casi siempre, la “densa columna de humo negro” resulta que en la mayoría de las ocasiones “se descarta que sea tóxica”, según indican las autoridades. Esto es algo que personalmente nunca he entendido puesto que no tiene lógica que la gorra de contaminación de Madrid sea tan mala para la salud y sin embargo un penacho negro procedente de una masa ingente de residuos, de distinto tipo, ardiendo sin control y emitiendo diversos compuestos e inquemados, no presente ninguna toxicidad.

Por último, otra curiosidad a analizar de las diversas noticias que se pueden leer, es que casi todo son “plantas de reciclaje” y en unas “balas de papel” y/o “plásticos prensados”, por norma general. Curioso como arde últimamente este material, y el gran volumen de recicladores que hay en este país, para que luego hablen los de la economía circular. Otro hecho “fortuito” el que nunca hablemos de vertederos o de gestores de residuos, sino de recicladores, en lo que siempre me ha parecido una actividad de greenwashing más que extendida en el sector de los residuos.

Se habrá percatado ya el lector de que, digan lo que digan, muchos de estos incendios parecen distar mucho de ser algo fortuito, si entendemos como tal a algo que surge “inesperadamente y por casualidad” (según la definición de la Real Academia Española de la Lengua), sobre todo cuando el fuego arrasa más actividades de gestión de residuos que en cualquier otro sector industrial, incluidos aquellos que mayores riesgos podrían asumir para la generación de incendios fortuitos, como por ejemplo el de las gasolineras.

No pueden ser fortuítos 67 incendios, como mínimo, en poco menos de año y medio, la gran mayoría además bajo un patrón común como el marcado aquí, con claros tintes de ser intencionados.


¿ESPECULACIÓN, AVARICIA O INCOMPETENCIA?

A este respecto, parece que uno de los factores podría ser el especulativo, según se apunta por parte de diversos expertos. Y es que el sector de los residuos consiste en España en poco más que triturar, segregar, mover y almacenar distintas fracciones de residuos hasta que alcanzan un precio razonable para su venta o depósito en vertedero. No es mucho más complicado ser gestor aquí en la mayoría de los casos.

Está claro que la especulación es clave en el sector de los residuos, y nadie debería sorprenderse de ello. Los gestores no son ONGs sino empresas, y en la mayoría de los casos buscan un lucro (aun cuando algunos digan que no). Pero, ¿será esta la causa de la acumulación de residuos y su posterior incendio?, ¿será la búsqueda del mejor precio la razón de acumular tanto residuo y que al final se prendan fuego las instalaciones?
Los buenos gestores saben que “el truco” para ganar dinero está en la cantidad gestionada más que en la almacenada.

Es cierto que en el sector es importante obtener un buen precio, como en cualquier negocio, pero este precio tiene para el gestor varias vertientes a considerar, con márgenes muy estrechos de maniobra, que en cualquier caso no hacen recomendable jugar con el almacenamiento de miles de toneladas de residuos, ya que esto incrementa el riesgo más de lo necesario.

  • Por un lado está lo que cobra o paga por gestionar el residuo,

  • A esto hay que añadir lo que luego cobrará o pagará por su destino final,

  • Sobre este precio se debe considerar también el coste que suponga su gestión en planta (equipos, recursos, personal, amortizaciones, mantenimientos, etc),

  • Y además, los gastos asociados a su transporte, uno de los factores que más influye en los precios.

En definitiva, y siempre bajo mi punto de vista, la especulación con los residuos va más allá de los precios de las distintas fracciones obtenidas en su tratamiento, no justifica las grandes acumulaciones de residuos, y desde luego mucho menos parece que pueda ser base para los incendios que últimamente están devastando el sector.

Para apoyar esta afirmación, aporto a continuación una gráfica muy interesante. En ella podremos percatarnos como, para uno de los residuos que más sale ardiendo últimamente (la mezcla de residuos de papel y cartón genérica) y que más puede fluctuar en precio, la relación entre el precio por tonelada y el número de incendios no se ajusta a la hipótesis de la especulación.


Evolución del precio del papel frente al número de incendios resgistrados en gestores de residuos. Elaboración propia


De hecho, el papel lleva ya un tiempo experimentando un incremento progresivo en su precio, contra todo pronóstico y pese a las amenazas de China de cerrar las importaciones para finales de 2017, y sin embargo los incendios siguen presentando también un incremento en su número, algo que no parece tener ninguna lógica, si de especular con los residuos de manera fallida hablamos.

Llegados a este punto, algunos se preguntarán: ¿pero entonces por qué arden los residuos, si cada vez valen más?. Pues bien, se pasan por mi cabeza, de entrada, dos hipótesis.

La primera es un planteamiento que muchos considerarán avieso y retorcido, pero si nos fijamos en la gráfica anterior quizás no sea tan descabellado. ¿Y si los incendios se provocan para actuar sobre el precio, y no al revés?, ¿es posible que haya algún interés oculto en evitar una caída de precios generalizada del material reciclable con el cierre de fronteras anunciado por China para finales de 2017?, por poner un ejemplo.

El segundo planteamiento es menos maquiavélico y con menor propensión a las paranoias conspiranoicas del primero, y se basa sencillamente en la consideración de que muchos de los empresarios que regentan estas instalaciones de gestión de residuos o son delincuentes comunes o sencillamente incompetentes básicos.

En este segundo caso, y descartando la intervención directa de la especulación con las fracciones de residuos, el problema sigue siendo el “poderoso caballero”, y es que en España no se cobra por gestionar residuos, sino por asumir la titularidad de los mismos, y cuando dicha titularidad recae sobre sobre gestores sin escrúpulos y/o sin capacidad para hacer efectivo un tratamiento adecuado, ocurre lo que nos está ocurriendo ahora.




Porque la gestión de residuos en España pasa de mano en mano siguiendo una sucesión más o menos compleja de traslados y titularidades que se podría resumir en el siguiente ciclo básico de hechos que, bajo mi punto de vista, es el principal originario de los posteriores incendios:

  • Empezamos porque el productor tiene un residuo que gestionar, y como en cualquier otro caso, busca un gestor autorizado al mejor precio posible que se lo pueda llevar bajo el código LER que tenga asignado, o incluso bajo el código que le quiera asignar el propio gestor (algo que todos sabemos que ocurre en muchas ocasiones).

  • Aquí sé que muchos clamarán al cielo diciendo que no se debería permitir gestionar residuos con determinados precios de mercado, pero no podemos echar aquí la culpa al productor por buscar el mejor precio disponible, ni podemos aceptar que se incumplan los contratos y premisas legales de gestión y tratamiento de los residuos amparados en la máxima de “por ese precio qué es lo que quieres”.

  • Por otro lado, es más que posible que el gestor nos ofrezca un trato más ventajoso con un contrato cerrado de gestión de varios residuos, ya que esto le permite aprovechar el transporte, retirando los residuos conjuntamente, con independencia en muchas ocasiones de incompatibilidades. Ya comentaba antes que el transporte era un coste adicional a tener muy en cuenta en este sector. Esto ha llevado a que desaparezca la especialización y triunfen los multigestores, que lo que hacen es traficar con todo el listado LER bajo el visto bueno de las administraciones.

  • Aquí ya el gestor se suele encargar de todo, y el servilismo al que se reducen en este sentido los gestores no tiene límites. El gestor es el que manda los bidones (otro tema a tratar aparte que ya trajo cola en su día en las redes), remite el transporte para retirar los residuos, recoge el residuo, le pone las etiquetas y se lo lleva ya con todos sus albaranes y documentos de identificación en regla, llegando a hacer incluso el papeleo administrativo si se le fuerza un poco.

  • El productor, una vez que el gestor ha aceptado el residuo, abona la factura y se olvida de todo. Aquí resulta pasmoso cómo muchas empresas desconocen directamente qué se hace con sus residuos, o directamente cómo les da igual cual sea su destino final con tal de que el residuo desaparezca.

  • Cuidado en este punto con el nuevo Real Decreto 180/2015. Recordar a los productores en este sentido que es preciso la aceptación del gestor, ya que mientras tanto, aunque se lo haya llevado, la titularidad del residuo hoy por hoy es del productor.

  • Al gestor le llega el residuo que tiene que tratar en planta, así como el dinero que acaba de cobrar por retirarlo y gestionarlo, por lo que tratarlo adecuadamente requerirá a partir de ahora que empiece a desembolsar ese dinero fresco que ya tiene en el bolsillo.

  • Gestionar un residuo es como darle 100 € a un desconocido por la calle y decirle que mañana te lleve la compra a casa, en muchos casos lo hará, en otros te mandará lo básico y te dirá que la vida está muy cara, y en algunos otros no te llegará la compra a casa y luego te dirá que se la robaron mientras iba a llevártela. ¿Os imagináis qué pasa cuando el que recibe ese dinero para gestionar los residuos tiene otras prioridades en su gasto?.

    Cuando el gestor es un delincuente y conoce a otros delincuentes en el sector, lo que termina generando es una organización mafiosa que lo que hace es buscar líneas alternativas para el tratamiento y gestión del residuo, normalmente destinadas a su desaparición ya sea mediante su vertido, mezclado con otros residuos, diluido con otros flujos, depositado en un vertedero para el que no está autorizado, o llevado a líneas de dudosa valorización energética o material.

    En estos casos el fuego purificador solo hace acto de aparición cuando los problemas surgen, ya sea por actuación de la justicia, de otros grupos mafiosos, o de cualquier otro factor externo que impida seguir en estas prácticas. En estos casos, el residuo sencillamente se almacena sin control hasta que la cantidad acumulada se hace indecente o las presiones externas insoportables, momento en el que arde “fortuitamente”.

    En estos casos, por lo general, el dinero cobrado por el residuo suele ser lo de menos, y lo importante es hacer caja, por lo que normalmente el precio con el que se compite en el mercado suele ser demoledor y sin competencia. Al fin y al cabo el coste de gestión, como poco, va a ser cero, y en el mejor de los casos puede ser incluso beneficioso si termino cobrando el seguro de la actividad.

  • Imaginemos que el gestor no está corrompido de inicio. La intención puede ser almacenar el residuo hasta que tenga una cantidad suficiente como para garantizar un tratamiento optimo (ya sea por disponer de un transporte rentable, para lo que no necesita almacenar miles de toneladas, o por realizar un tratamiento sostenido del residuo). Esto hace que se posponga temporalmente dicho tratamiento hasta que alcance una cantidad suficiente, acumulando igualmente el dinero cobrado por la gestión que queda pendiente.

  • El problema aquí viene cuando este dinero acumulado se destina a otras inversiones y gastos, o cuando el precio que se ofertaba no cubre los gastos posteriores de su gestión (os sorprendería ver cómo ponen el precio muchos gestores). Entonces es cuando, al ir a gestionar el residuo, no existen los recursos económicos necesarios para su tratamiento. La gestión en estos casos se convierte en un déficit económico que en muchas ocasiones termina metiendo a la empresa en un círculo vicioso del que es muy difícil salir, llevando a acumular cada vez más y más residuos. ¿Adivináis qué es lo que pasa cuando el gestor toca techo y la situación escapa de control?

Imagen de las balas ardiendo en el incendio de Serranillos del Valle (Madrid) - Gracias a 112 y Bomberos CM.


UN SECTOR SIN PROFESIONALES.

Con las reflexiones dadas en el punto anterior podríamos justificar muchos de esos extraños incendios que se están dando estos últimos años y que están elevando de forma ostensible la media de lo que podríamos considerar como un simple infortunio en el sector, elevando a rango de delito intencionado y premeditado muchos de los casos.

No obstante, es cierto que el sector de los residuos, como bien apunta Productor de Sostenibilidad en su artículo, es un sector que históricamente ha experimentado una especial atracción por las llamas y que presenta por sí mismo una media elevada de incendios y conatos de incendio en sus instalaciones.

En mi experiencia, esto es debido fundamentalmente al perfil habitual que se da en el modelo de empresa que prima en el sector. Un perfil que por lo general se suele identificar con una empresa de origen familiar, en la que ya trabaja la segunda o incluso la tercera generación. Antiguos emprendedores, de sectores como el de la chatarra, que han ido evolucionando y creciendo hacia nuevas líneas de gestión en la búsqueda de la diversificación, pero que han heredado antiguos modelos de negocio y, lo que es peor, viejas prácticas de tratamiento y gestión.

Este tipo de empresarios tienen como positivo que mantienen un obstinado empeño por la supervivencia, bregados en mil batallas, y que son de entrada brutalmente sinceros con sus opiniones. Son empresarios valientes, y si les consigues convencer de emprender un camino, no tendrás ningún problema en ejecutarlo. Se hace y punto.

El problema aquí es que es muy difícil convencerles de la necesidad de cambiar la forma en la que han trabajado toda la vida, y que para ellos es la que les ha llevado al éxito, aun cuando ello suponga el incumplimiento de la ley. Es difícil conseguir que vean su actividad como una actividad profesional, como cualquier otra, en la que es preciso contar con los mejores profesionales para cada uno de los puestos de trabajo.



Vertedero de Barclay en Canadá, pero bien podría corresponderse con cualquiera de los que tenemos en España. Wikipedia.

Este tipo de empresas a duras penas tienen implantado un sistema de gestión de calidad o medio ambiente, y cuando lo tienen implantado es de dudosa funcionalidad, presentando siempre problemas para su certificación y renovación. Para este perfil, la ley, las normas, los registros y los protocolos de gestión se han puesto única y exclusivamente para hacerles cada vez la vida más difícil. Ni que decir tiene que hablar de economía circular, vertido cero o landfill mining ya es harina de otro costal.

Y por supuesto, su percepción de los riesgos que se asumen en la forma que tienen de proceder en el tratamiento, almacenamiento y transporte de los residuos suele ser mucho más liviana que la que podamos tener cualquiera de los profesionales que nos dedicamos a esto, siendo precisamente esta una de las principales razones de que los incendios sean tan habituales en este sector.

A la falta de profesionalización y evolución del sector contribuye necesariamente la administración pública, a través de los distintos órganos competentes, y no por falta de presión normativa o de regulaciones, que son más que suficientes, sino por falta de labor inspectora eficaz, y en el caso de las actividades claramente delictivas, de una labor punitiva rápida y de carácter preventivo


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Actualización del 28/08/2018:

La situación no mejora para nada. El número de incendios no sólo no se ha visto reducido, sino que en algunos casos la intencionalidad es ya descarada.... Actualizo el video para que podáis tener una idea de cual es la situación actual en España:





Comentarios

  1. Más claro agua, mi querido amigo. Es totalmente cierto todo lo que cuentas, porque aunque es ciertamente muy difícil demostrar muchas de las afirmaciones que plasmas en tu artículo, obviamente por la opacidad de los elementos en cuestión, no es menos cierto y sobre todo para los que nos dedicamos a este sector con cierto grado de credibilidad, 20 años haciendo las cosas como tú sabes que las hacemos en nuestra empresa lo avalan, tenemos claro que todo eso es cierto en su inmensa mayoría. El problema surge cuando la administración, pero tampoco el legislador, pisan la calle.
    No saben qué pasa en las empresas, no saben qué se hace realmente con los residuos, no saben qué prima a la hora de cumplir con la normativa que obliga solo a ciertos sectores a demostrar que reciclan, no saben nada de nada. Las empresas productoras como tú bien dices se mueven por dos motivos solamente, cumplir los mínimos normativos y obtener el menor precio posible para el mismo servicio, y hacen bien. El problema es que como tú también apuntas, no persiguen averiguar qué se hace con sus residuos, al menos en la inmensa mayoría de los casos, te contratan y listos, pero es que tampoco les importa. Y como obviamente no hay ni la más mínima presión inspectora, eso sí, salvo para los que nos dedicamos a esto de forma legal y pedimos autorizaciones y cumplimos con todo, que somos visibles para ellos y presas fáciles a las que acosar. Esto es como el que tiene una nómina, está atrapado, todo le cae encima. Pues a los que queremos hacer las cosas bien nos fríen de forma espectacular. mi empresa debe ser de las poquitas que en 20 años ha sufrido más de 6 inspecciones de medioambiente ¿y porqué? se pregunta uno, cuando hay tanto sinvergüenza visible en la calle que está haciendo verdaderas barbaridades... Pues la respuesta habitual de los inspectores es "es que a esos no les conocemos y no nos constan, vosotros sí..." Sic
    Otro tema que me quema y mucho de este sector, y obviamente provocado y consentido a la par por las administraciones públicas, el enterramiento en vertederos controlados. Por el mismo porqué se entierran las cosas en esos mal llamados vertederos controlados, pero no deja de ser tapar la mierda a bajo coste. Europa multa sistemáticamente a España todos los años por lo mismo, pero les sale más barato pagar las irrisorias sanciones que mover toda la maquinaria para hacer que se recicle de verdad, y no se entierre, y los gestores prefieren esa opción porque está consentida y así ofrecen precios más competitivos a los productores que si de verdad gestionas. ¿Qué te voy a contar a ti que no sepas de mi sector, verdad Fernando?
    En fin, esto da para mucho, el anecdotario puede ser interminable. Espero y confío en que poco a poco se pueda generar suficiente ruido y empiecen a cambiar las cosas de verdad, ahora que se les está calentando la boca a los políticos con la economía circular.
    Gracias valiente por salir al paso de estas tropelías. Cuenta conmigo para lo que necesites y si nos tenemos que romper la cara los dos contra quién sea, pues ahí vamos todos a una.
    Como dicen en la radio "abrazos virtuales y entusiasmo a raudales"

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    1. Que grande eres Julio. Muchas gracias por tu comentario. Que mejor valor añadido al blog que el testimonio real, crudo y directo de un gestor de residuos que intenta hacer las cosas bien hasta el extremo. Celebro y mucho tu aportación y tu punto de vista. Pero sobretodo te pido, que no pierdas esa ética y savoir-faire que hace tan facil a un consultor como yo trabajar contigo.

      Un abrazo.

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  2. Interesante artículo.
    Hay pocos profesionales porque nos marchamos del sector hace mucho, mal pagados, luchando contra mafias y delincuentes. So triunfa el empresario y el "profesional/ comercial' sin escrúpulos.
    Incendios básicamente porque por diferentes motivos se mezclan peligrosos con no peligrosos, lodos de cabinas de pinturas con plásticos y otros no peligrosos para llevarlos a vertedero (podría dar hasta nombres),... Y así seguir hasta mañana.
    Y por qué? Pues básicamente porque está en manos de delincuentes y el que hace un trabajo limpio no puede competir. Pagar profesionales, i plantar sistemas de calidad, trabajar confirma a la ley tiene un precio que ni el productor ni la sociedad / el consumidor quieren pagar. Sino, me traigo el producto de China y q se apañen ellos allí con su basura


    Llevo 20 años en el sector de una u otra manera.
    Begoña Lapuente

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  3. En línea con lo q comentabais....a mí en el año 2002 me paraban todos los camiones q llevaban placas de transporte peligroso cuando llevabamos carga de RP... (Nunca nos multaron pero te retrasa el servicio) Respuesta de un colega" de profesión: no pongas las placas y no te paran.....a mí no me los paran y voy por la misma carretera

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    Respuestas
    1. Gracias por las aportaciones Begoña, la verdad es que es del todo lamentable.

      La actitud de presión que la administración pública tiene muchas veces con las empresas legales y profesionales, como bien indicas, contrasta en muchas ocasiones con la impunidad con la que se manejan algunos personajes en el sector riendose, como bien indicas de normales y regulaciones.

      Generalizar no es bueno, y la verdad es que yo tengo mucha suerte de conocer a algún que otro gestor de esos que te quitas el sombrero de lo bien que lo hacen, pero si que es cierto que el sector de los residuos tiene mucho que limpiar.

      Un abrazo y ánimo, no podemos bajar los brazos.

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  4. En lugar de hacer autocrítica y buscar soluciones reales, le echamos mierda al que denuncia la situación. Curioso como se justifican los 58 incendios (5 al mes) en empresas gestoras en lo que llevamos de año por parte de algunas asociaciones de gestores. Cosas de la sequía, que se ve que afecta especialmente a este sector, y no a otros como el químico, el petroquímico, etc. ¡¡ España, que surrealista eres !!
    https://gestoresderesiduos.org/noticias/las-pincipales-asociaciones-de-gestores-de-residuos-discrepan-de-las-informaciones-aparecidas-sobre-incendios-provocados-en-plantas-de-tratamiento

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