Luchando contra molinos de viento.

Hace ya tiempo que vengo publicando en el blog artículos buscando siempre la máxima difusión de las principales y más acuciantes problemáticas ambientales. Y lo hago siempre desde un punto de vista lo más aséptico y profesional posible, intentando que el discurso empleado esté fijado más en el análisis imparcial y científico que en el impulso visceral.

El trabajo es duro, y requiere de muchísimas horas de consulta de estudios e informes, de la lectura de multitud de artículos, de la búsqueda incesante de opiniones, y de la elaboración de estudios completos, y también extensos. De esta forma, termino publicando artículos en los que, quienes quieren, pueden bucear en cada tema específico. Pongo además especial interés y mimo en aquellos temas que he creído más relevantes para nuestras vidas y nuestro entorno, y en los que por mi experiencia laboral he creído más relevante hacer hincapié.

Y tras más de 15 años trabajando en esta prometedora profesión del medio ambiente (y digo prometedora porque a pocos nos ha permitido pasar de ahí, de la simple promesa), y más de tres años publicando artículos en las redes, cada vez tengo más claro que los que nos dedicamos a esto somos auténticos Quijotes luchando contra molinos de viento.



Y, ¿por qué digo esto?. Pues porque tras todo este tiempo escribiendo y leyendo, me he dedicado a realizar mis labores más 2.0. Me he puesto a prospectar estadísticas de visitas y búsquedas, y todos estos temas tan habituales entre los que se dedican a escribir blogs, presumen de ser fantásticos SEO (Search Engine Optimization), y se dedican a ver cómo va su imagen profesional (yo soy tan zoquete que aún no lo había hecho).

En el caso de mi blog profesional los resultados presentan una dicotomía impresionante:

  • Desde el punto de vista profesional, la acogida de mis artículos es excepcional. Cada vez son más los compañeros con los que tengo la oportunidad de departir y hablar de temas ambientales, y con los que cuento para difundir los temas que voy tratando. Y sólo por eso, y por todo lo que voy aprendiendo, ya merece la pena hacer el blog.

  • De hecho, cada vez tiene mejor acogida en el sector del medio ambiente la información que voy publicando, contando con un reconocimiento que, en algunos casos, me parece incluso excesivo para lo que hago. Un reconocimiento que, en cualquier caso, me llena de orgullo, agradecimiento y ganas de seguir para adelante.

    Resulta llamativo a este respecto que donde mejor funciona el blog es en Facebook, donde mis mejores amigos comparten siempre incondicionalmente, y donde los grupos de debate y de profesionales son superactivos, como así ocurre con el de Ambientólogos. Quedan muy de lado plataformas más profesionales como Linkedin, donde los grupos no tienen la misma proactividad ni de lejos, ni siquiera es posible abrir un debate de cierta profundidad para poder reflexionar sobre los temas. Pocos son los grupos en Linkedin que funcionen de forma activa, salvo honrosas excepciones como el de Air Quality Professionals.

  • Desde el punto de vista más genérico, la acogida sigue siendo escasa. El público en general no parece interesarse por los temas que propongo, y las problemáticas ambientales que más pueden estar afectando a nuestras vidas y a nuestra salud no parecen ser lo suficientemente motivantes. A pesar de que hablo de cómo hay contaminantes que nos están dejando estériles, y otros que se nos acumulan en el cuerpo hasta generarnos graves enfermedades. A pesar de que hemos hablado de la calidad del aire en las ciudades y de su verdadera problemática de salud, ... A pesar de todo esto el medio ambiente no interesa al público en general.

Movido por la sana intención de ver donde estaba el "quid" de la cuestión y entender qué era lo que podía motivar a un ciudadano normal. Buscando como podría remover conciencias, me he dedicado durante algún tiempo a bucear por la red y a explorar los puntos que podrían unir mi "mundo ambiental" con el día a día del público en general, intentando acercar la ciencia ambiental al mismo.

Las conclusiones han sido demoledoras, y de hecho son el detonante de este artículo, mi primer artículo de opinión en el blog. Espero que os guste.


EL MEDIO AMBIENTE NO INTERESA.

La primero que hay que hacer es buscar una respuesta sociológica, y en este punto siempre es interesante buscar en el CIS-Centro de Investigaciones Sociológicas de España, organismo de referencia, conocido por sus barómetros mensuales. El último barómetro disponible, el de noviembre de 2016, tiene además preguntas específicas sobre medio ambiente, y pone de manifiesto claramente lo que indico en el titular, tal y como paso a analizar:

  • Ante la pregunta de, ¿qué problema afecta a usted personalmente más?, los problemas medioambientales salen en vigésimo lugar (vigésimo segundo en el caso del CIS de diciembre ya). No era de esperar que fuesen los primeros, pero evidentemente el inmerecido puesto en el que se encuentran pone de manifiesto que estos problemas se ven como algo ajeno y muy lejano a la persona, algo que no nos afecta en nuestra vida diaria, o por lo menos no de una forma relevante.

  • Por otro lado, la mayoría de los encuestados cree que los problemas ambientales les afectan directamente (64,6%). Sin embargo, la contaminación en las ciudades sólo sale en el séptimo lugar, de entre los problemas ambientales que más preocupan, y eso pese a que las encuestas se realizaron durante los cortes de tráfico por contaminación en Madrid, una situación que además perduró en el tiempo y se extendió a ciudades como Barcelona.

  • Lo anterior no hace más que poner de manifiesto que las respuestas de los ciudadanos se encuentran condicionadas por las tendencias y los "mass media". De hecho, los problemas que más preocupan son el calentamiento global (53,1%)y la contaminación de las aguas (54,8%), quedando muy por debajo problemáticas como los residuos, el agotamiento de recursos, los hábitos de consumo, la contaminación en la ciudad o la generada por los transportes.

  • Evidentemente hay un problema de información, algo que se refleja también en la encuesta. La mayoría de los encuestados consideran que los temas de ecología y medio ambiente son entre bastante (47,6%) y muy interesantes (28,5%), pero a la hora de considerar su nivel de información la mayoría se consideran entre poco o nada informados (55,7%). Cuestiones posteriores ponen de manifiesto claramente que hay una grave deficiencia de información y educación en este ámbito.

Las encuestas sociológicas tienen, evidentemente, el componente subjetivo de la gente que responde a los cuestionarios. Es por ello necesario, y de hecho formaba parte de mi acción de SEO original, el buscar alguna estadística adicional algo más realista que contrastase lo visto en el barómetro del CIS.

Para ello, otra de las cosas que hice fue sondear en Google Trends la tendencia de búsqueda de los principales conceptos. Con ello he conseguido darme cuenta de que el medio ambiente es un concepto que está en franca decadencia, con un interés cada vez menor para el público en general. De hecho, las principales temáticas sobre medio ambiente, incluso aquellas más mediáticas, están en sus épocas más bajas, y tan sólo temáticas como la "contaminación" comienzan a recuperar muy levemente cierta pujanza en los últimos años.



En ciertos países, como España, esta tendencia es incluso aún más espectacular, y ni siquiera términos como el de la "contaminación", que más de cerca nos pueden afectar, llegan a repuntar, tal y como se ve en el siguiente gráfico, siendo el medio ambiente un factor aún hoy en día claramente a la baja.



No hace falta ni decir que evidentemente el medio ambiente ha bajado y mucho en el escalafón del público en general, y que buena parte de este fenómeno es debido a la actual situación de crisis, que ha hecho que se cambien las prioridades que la población tenía. Resulta evidente que el interés en la supervivencia al corto plazo empuja a la gente a olvidarse de las problemáticas al medio y largo plazo que antes eran prioritarias, lo cual justifica gráficas como la siguiente, donde se puede ver claramente el punto de inflexión de la crisis en base a los conceptos "ambiental" y "desempleo".




Muchos encontrarán lógico este comportamiento general de la población, y buena parte seguramente hasta lo justificará y respaldará. A mi personalmente me recuerda al famoso refrán castellano de "Pan para hoy, y hambre para mañana". Y es que esta tendencia, no por entendible deja de ser tóxica para nuestro futuro, y no sólo en el terreno ambiental, sino también en el social o incluso en el económico.

Volvemos a caer en el tópico de "con tal de salir adelante, vale todo", dejando de lado temáticas vitales para nuestro futuro, como el medio ambiente. Con esto, lo único que conseguimos es que volvamos a caer en la trampa de hipotecar nuestro futuro para salvar nuestro presente. Esta es precisamente la misma dinámica que nos ha traído hasta el actual pozo, la generadora de las famosas burbujas, y la que conseguirá que entremos en una nueva espiral decadente que poco o nada tiene que ver con conceptos como la sostenibilidad, el bienestar social, la calidad de vida o la economía circular... ¿es esto lo que realmente queremos?, ¿aún no nos hemos aprendido la lección?.


MEDIO AMBIENTE, UN MERCADO LOW COST

Analizando la actual situación por la que pasa el medio ambiente, y la escasa respuesta ciudadana que encontramos ante los problemas cada vez más graves que tiene nuestro entorno, no deja de pasarme por la cabeza el arduo trabajo que en el día a día tenemos los consultores ambientales que aún quedamos en España, y que sobrevivimos como podemos. Y es que el mercado no hace más que reflejar el mismo desinterés que ya refleja la propia sociedad.

En este sentido, alguien de mi empresa publicó ya hace tiempo un artículo de opinión en línea con este planteamiento, hablando de las sensaciones que se desprendían en el mercado profesional del medio ambiente respecto a las nuevas tendencias en trabajos y contratación, y de las cuales paso a analizar mis sensaciones personales.

En primer lugar, quiero destacar que cuando hablo del mercado ambiental, hablo de compañeros de profesión, empresas privadas, o incluso administraciones públicas. Entre todos el mercado ambiental ha ido poco a poco, a lo largo de todos estos años de crisis, cayendo en una espiral decadente de la que difícilmente se consigue salir.

Y es que la crisis y la competencia son buenas si ayudan a depurar el mercado y a que se optimicen procesos y servicios, pero en el caso del medio ambiente se ha transgredido claramente esta línea, y muchas empresas se han embarcado en una competencia desleal demoledora y muy tóxica, amparada por cada uno de los actores involucrados.

El Low Cost Ambiental
El por qué es evidente: El Medio Ambiente no tiene relevancia en la actualidad. Lo que se hace es por pura obligación legal, y en la mayoría de las ocasiones sirve para poco más que para cubrir el expediente, razón por la que no importa el "Cómo", sino el "Cuanto".

Y lo más grave es que en nuestra propia desesperación por llegar a final de mes, muchos profesionales del sector han caído en la trampa. Y no es que hayan rebajado sus precios gracias a un ajuste de sus costes, es que directamente lo han conseguido sacrificado su servicio y se han convertido en servidores del corta-pega, en mercenarios de la firma rápida y del todo pasa con tal de que me pagues esa miseria que me has prometido.

De hecho, mantenerse a contracorriente de esta tendencia a muchas consultoras ha llegado a costarles la supervivencia, y a los contratantes (públicos o privados) les lleva a generarse una inmerecida fama de manirrotos, de pésimos gestores, o incluso de corruptos, por no seguir los más escrupulosos principios de austeridad, sin ningún otro criterio adicional.

Pero, aunque los propios consultores tengamos que admitir nuestra parte de culpa en esta lucha fratricida por el "Low Cost Ambiental", no es menos cierto que lo que se hace es responder a las necesidades expresadas por un mercado y un sector en el que:


  • La sociedad ha perdido el verdadero interés por el medio ambiente, y ahora priman otras preocupaciones como el paro, la corrupción o la economía, por lo que la presión social en este sentido ha disminuido considerablemente.

  • Los políticos y la administración han dejado de experimentar presión social, y esto se ha traducido en una dejadez de sus funciones de regulación, control e inspección en este aspecto.

    Esto supone que los contratos de suministro ambiental hayan pasado a primar el componente económico sobre el técnico de forma ostensible, que se hayan suspendido múltiples inversiones ambientales, o que los expedientes ambientales de las empresas hayan pasado a un segundo plano, tanto en su tramitación como en su control e inspección.

  • Ante la falta de presión social y administrativa, muchas empresas dejan de ver el medio ambiente como un riesgo (la única forma que hay muchas veces de conseguir que exista una respuesta efectiva). En este punto el factor ambiental pasa a convertirse en una simple molestia, por lo que o bien se suspenden los gastos asociados o bien se reducen al mínimo imprescindible.

  • Al final, lo que ocurre es que existe algo obligatorio que hacer (ese tema de medio ambiente al que me obliga la ley, como dirían muchos), pero sobre el que no voy a experimentar una especial exigencia o seguimiento. Es posible que incluso consiga una cierta justificación si digo que no lo hago porque ya voy muy justo económicamente. Al fin y al cabo, estoy sufriendo una crisis que me obliga a hacer recortes.

El resultado de esto no es más que la ruina del sector, traducida en el abandono de infraestructuras ambientales públicas, la suspensión de inversiones públicas, el surgimiento de desastres ambientales y graves accidentes, y la quiebra de muchas y buenas empresas que no quieren entrar en esta espiral de decadencia, así como de aquellas que aun entrando no tienen margen suficiente para soportar la bajada de precios.

Pero da igual, al fin y al cabo el medio ambiente no interesa. El medio ambiente ya no sale en los medios de comunicación, ni la gente se preocupa de lo que pueda estar pasando. Las pocas noticias que surgen se olvidan con rapidez. Ni siquiera todas aquellas que tienen que ver con la corrupción enquistada en el sector ambiental (donde abundan muchos grupos mafiosos) consiguen persistir en el tiempo o lograr un verdadero interés en el público en general.

Prueba de lo que digo es lo que ha llegado a pasar este verano:


    Con un sector de residuos en parte corrompido y en parte agotado, los "repentinos incendios" de plantas han proliferado por alguna de las zonas de la geografía nacional más castigadas, y sin embargo nadie ha dicho nada, nada se ha publicado de este fenómeno en las redes o en los grandes medios de comunicación. Nadie se ha preguntado cómo era posible que esto se pudiera estar dando.

    Yo mismo colgué en Agosto de este año en las redes una sencilla representación geográfica en la que identificaba cada incendio detectado con su fecha y ubicación, pero poca gente reaccionó ante aquello más allá de unos cuantos compañeros y allegados. Pese a que el fenómeno es claramente indignante y escandaloso, nada más se supo de esta purga de instalaciones de gestores de residuos que entre todos pagaremos tanto desde el punto de vista económico como ecológico....

... ¿o es que nos pensamos que esto es gratis?
Incencios en los últimos seis meses de instalaciones de gestión de residuos (Agosto 2016)


LA CRISIS Y SU AFECCIÓN AL MEDIO AMBIENTE:

Es evidente pues que la crisis ha afectado al sector ambiental, ahora bien, ¿cómo lo ha hecho?. Más allá de la evidente afección al sector profesional vista en el punto anterior, ¿cómo ha afectado en el resto de aspectos a nuestro entorno la crisis y las políticas adoptadas durante estos últimos años de debacle económica?

En España las políticas "anti-crisis" han presentado siempre una tendencia hacia el perjuicio al medio ambiente. La escasa visión de los políticos que nos han ido gobernando, gracias a nuestros votos (pues al fin y al cabo estamos en una democracia), ha llevado a un planteamiento simplista de la recuperación basado en poco más que en:

  • Promover las infraestructuras públicas para luchar contra la crisis del ladrillo, obviando en muchas ocasiones su impacto ambiental o incluso la más mínima lógica de ejecución.

  • Alimentar a las grandes empresas, ya sea mediante la inyección de dinero directo, como ha ocurrido con muchos bancos, o mediante la promoción del monopolio en la regulación de los principales sectores económicos, como el eléctrico, de espaldas muchas veces a la lógica social o medioambiental.

  • Recortar en inversiones públicas, empezando por aquellas que habitualmente se consideran por los políticos como de segunda clase o improductivas, entre las que se encuentran líneas como el medio ambiente, la seguridad, la salud, o el bienestar.

Aun así, la crisis económica, pese a los "despropósitos creados", no ha sido precisamente mala para nuestro medio ambiente. En muchos aspectos la crisis puede incluso considerarse beneficiosa para nuestro entorno. Al fin y al cabo, durante estos años de profunda desaceleración de nuestra actividad:

  • Se ha producido un claro descenso en nuestros desplazamientos, algo que se ha notado y mucho en bastantes ciudades, en las que han desaparecido incluso los kilométricos atascos durante años. Esto evidentemente ha supuesto una mejora sustancial en la calidad del aire de nuestro entorno urbano.

  • Se han cerrado muchas actividades industriales, lo que ha supuesto una reducción evidente en la generación global de residuos, vertidos y emisiones.

  • La pobreza de muchos hogares ha llevado a un claro descenso en el consumo de recursos naturales como la energía o el agua, que se han convertido en servicios de lujo para muchas familias. Y es que incluso la pobreza energética tiene un buen reflejo para el medio ambiente, generando un impacto ambiental inmediato mucho menor.

  • De hecho, el descenso en la actividad y en el consumo se ha manifestado de forma evidente incluso en las emisiones globales y en nuestra huella ambiental como país, produciéndose descensos en aspectos como la huella de carbono.

Y sin embargo, es esto realmente bueno. Pues la verdad es que no, y el propio paso del tiempo se empeña en demostrarlo. Pese a que muchos hayan aprovechado estas "tendencias positivas" para colgarse medallas sobre los buenos resultados ambientales que tenían sus políticas, sus consecuencias reales en el corto plazo van a ser desastrosas.

Y es que las reducciones obtenidas por el detrimento de la actividad y el consumo, se terminan recuperando, y de forma exponencial, cuando dicha actividad se recupera. Este es precisamente el fenómeno al que asistimos horrorizados muchos profesionales en la actualidad. Y es que, tras una crisis tan larga y profunda como la vivida:

  • Ahora que se recupera la densidad de tráfico habitual en las ciudades, los coches son mucho más viejos, las medidas "no adoptadas" se desvelan insuficientes, y la calidad del aire de nuestras ciudades se vuelve irrespirable.

  • Ahora que se recupera la actividad económica, las malas prácticas se han enquistado, y las tecnologías de producción sin inversión en nuevos desarrollos se han quedado obsoletas. Pero hay que producir, y en muchas ocasiones competir frente a nuevos escenarios más modernos y competitivos, lo que supone una mayor presión y un mayor impacto ambiental para generar lo mismo.

  • Ahora volvemos también poco a poco a consumir más energía, pero con una regulación torticera del sector energético, hemos dejado ya de ser la locomotora mundial en renovables que éramos, y nuestra economía sigue dependiendo en buena parte del exterior, de ese petróleo y gas natural que necesitamos comprar a terceros y que hacen de nuestra economía un auténtico coladero de dinero.

  • Ahora que comenzamos a crecer, no conviene recuperar las dinámicas y políticas proteccionistas. Para muchos de nuestros políticos esto supondría poner palos en las ruedas de la recuperación, y eso no lo quiere nadie.



No es de extrañar, vista la coyuntura en la que nos encontramos, que el medio ambiente esté en horas tan bajas y sufra un abandono tan grave. Mucho menos me extraña ahora que un blog como el mío tenga tan poca recepción entre el público en general. Pero precisamente esta misma es la razón por la que no podemos tirar la toalla.

Os invito a que en este 2017 en el que empezamos a andar, renovemos todos fuerzas y retomemos con más ahínco si cabe la defensa de nuestro entorno, de nuestros intereses. Os invito a que sigamos denunciando esta situación. No hipotequemos el futuro de nuestros hijos con una recuperación construida sobre pies de barro. Un abrazo a todos, y feliz año nuevo !!!!.


Comentarios

  1. Lo más gravoso de la cuestión es que no hace tanto leía que en Europa el 30% del empleo estaba relacionado con el medio ambiente. Si la crisis nos ha alejado de la conciencia medioambiental, es como buscar trabajo en la sección de deportes...

    ResponderEliminar
  2. Estoy completamento de acuerdo con lo que expone Fernando en este artículo. Pero también es verdad que la unión Europea está apostando por el medio ambiente, basando sus ejes económicos en la creación de empleo relacionado con el medio ambiente.
    http://ec.europa.eu/environment/circular-economy/index_en.htm
    No sé si debes ser optimistas, pero creo que los datos hablan por sí solos, y aunque el ciudadano medio no lo perciba directamente, somos muchos los que estamos preocupados por mitigar la problemática ambiental que sufrimos.

    ResponderEliminar
  3. Personalmente creo que no sólo se trata de generar empleo verde (que está muy bien, ojo).Ya que si no se acompaña de políticas de gestión verdes y de auténticas actuaciones para la concienciación, información y promoción ambiental, las políticas de empleo no harán sostenibles los puestos generados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mentxu y Jacobo por vuestros comentarios. La verdad es que el apartado del empleo verde podría haber sido un puntito adicional al artículo que se me ha escapado.... gracias por las contribuciones.

      Eliminar
  4. Leyendo tu artículo parece que me estoy leyendo a mí misma. Me ha encantado! y no puedo estar más de acuerdo contigo.(Hasta coincido con lo de Linkedin! ㋡

    Tengo que decirte que me ha producido sensaciones contrapuestas. Encontrar a alguien con quien coincidir tanto, por un lado, ayuda a no sentirse tan sólo en esta “lucha por la causa”, pero por otro… al confirmar que la realidad que yo percibo no sólo es fruto de mi experiencia, si no que es algo más generalizado, parece que hace percibir la situación aún más “negra”.

    Es cierto, el Medio Ambiente parece que no interesa y la crisis supuso un duro revés y un gran paso atrás de lo poquito que habíamos avanzado en los últimos años. Cuando parecía que por fin se hacían realidad aquellos buenos augurios para nuestra profesión (yo también escuchaba aquello de “prometedora profesión” en mis lejanos tiempos de estudiante ;)), llega la crisis económica y lo echa todo abajo. En mi opinión, de forma totalmente injustificada y sin sentido, puesto que la buena gestión ambiental es una potente herramienta de ahorro y justamente por ello, la crisis tenía que haber sido un impulso para esta área. Eficiencia energética, reducir la producción de residuos, optimizar el uso de materias primas, minimizar emisiones, etc., no sólo son acciones a desarrollar en el ejercicio de la gestión y protección ambiental, si no que todas se acaban traduciendo en un ahorro de costes, SIEMPRE. Pero ni empresas, ni industrias, ni ciudadanos en general parecen darse cuenta de esto. Es más, con la llegada de la crisis, de forma bastante generalizada, las industrias hicieron justamente lo contrario aplicando sus principales recortes al área de Medio Ambiente… Inexplicable!
    Ese fue el detonante de mi aventura en el mundo 2.0 con el blog www.trabajarengestionambiental.com, que inicié justamente con un artículo sobre esa cuestión en concreto. Desde entonces hasta ahora, ha habido unos cuantos artículos en este sentido, con la esperanza de que algún día nos demos cuenta de que sin el Medio Ambiente no vamos a ningún lado. Empresas, industrias o ciudadanos en general deberíamos estar especialmente preocupados por su adecuado mantenimiento, aunque sólo sea pensando en nuestro propio beneficio.
    Quiero pensar que algún día nos daremos cuenta de nuestro error de concepción y espero llegar a verlo!!!. Lo que estoy segura es que artículos como este tuyo ayudan a “abrir los ojos”. Cuantos más seamos mejor. Así que, muchas gracias por tu sincera denuncia de la situación. Aquí tienes una aliada más para la causa. Y voy cortando aquí mi rollo, porque con lo que me gusta el tema… podría seguir hasta el infinito y más allá!. Una vez más, estupendo artículo, muy completo y detallado. Gracias.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil gracias Verónica por tu comentario, y muchísimas felicitaciones por tu Blog, un estilo de redacción impecable y un potente esfuerzo de crítica constructiva... me ha encantado. Lo apunto a la sección correspondiente para que puedan acceder desde mi blog.

      Respecto a lo que comentas, coincido en mucho de lo que dices, aunque quiero puntualizar una cosa. Yo soy un convencido de que el medio ambiente en la industria es un evidente ahorro de costes, hasta tal punto que inicié mi carrera profesional jugándome parte de lo que cobraba a la demostración efectiva del ahorro de costes (lo que se llama ir a éxito)... Y aún así, en plena época de bonanza, pocos fueron los empresarios que se subieron al tren, y menos los que al final reconocieron la efectividad de las medidas (cuando hay que soltar el dinero ya cuesta más, aunque les hayas ahorrado un pico importante).

      Conclusión, conciencia ambiental siempre ha habido poca en la industria y la sociedad. El problema es que con la crisis se está perdiendo lo poco que habíamos avanzado, se está destruyendo el sector y, además se está perdiendo el miedo al factor de "amenaza" que movilizaba a los cuatro que aún cumplían con los requisitos.

      En todo caso, que conste que el artículo de opinión pretendía ser constructivo. Como ya indicaba Enoc en Facebook.... vamos a ser optimistas, pues las gráficas indican que el tema se está estancando... ahora toca que en el 2017 lo relancemos haciendo fuerza entre todos.

      Mucho ánimo, a seguir peleando contra esos molinos... y feliz 2017.

      Eliminar
    2. Gracias Fernando!. Feliz 2017 para tí también. Seguiré leyéndote... unos artículos tan currados son un placer!ツ

      Eliminar
  5. Estimado Fernando:
    vivo en Uruguay. Acabo de recibir un mail de un amigo con quien comparto muchos intereses en común que me dirigió a este artículo en particular. Está muy bien planteado, con reflexiones profundas, bien escrito y desarrollado. Comparto mucho de lo que dices, con similares experiencias, ya que tengo unos 30 años trabajando en relación con cuestiones ambientales, más precisamente analizando y evaluando impactos ambientales de proyectos. Sin embargo tengo un par de discrepancias, las que pueden ser motivo de debate, como la conclusión de que se produce un efecto positivo ambiental como consecuencia de un estado de empobrecimiento general en cuanto al consumo de recursos. Y el otro es la huella ambiental o de carbono.
    Saludos
    Manfredo Irigoyen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Manfredo por leerse el artículo y perder un rato comentando. Respecto al debate, quisiera aprovechar para aclarar algunos términos del artículo.

      La crisis económica es eso, una crisis de la economía, y como cualquier otro fenómeno social externo a nuestro entorno, tiene sobre el mismo efectos positivos y negativos. Si lo pensamos nada es blanco o negro, sino que presenta matices y colores muy diversos.

      Mi experiencia en este caso es variopinta, que era lo que intentaba exponer en el artículo. Respecto a los efectos "positivos", estos son en algunas vertientes evidentes (por lo menos en el corto plazo).

      Le pongo por caso la calidad del aire en las ciudades (en algunas de ellas tengo experiencia y conocimiento profesional directo). Esta calidad del aire durante los años y periodos de crisis más fuerte, con altas cotas de paro y de pobreza energética asociada a los hogares, ha mejorado sustancialmente.... ¿Por qué? Pues porque se ha recortado, cuando no evitado, el uso de calefacciones, se ha reducido y muy sustancialmente la densidad de tráfico rodado, el consumo eléctrico, etc, etc....

      Esto rendunda en un "beneficio" para el medio ambiente, e incluso en una reducción de la huella de carbono y ambiental.

      Por ponerle un ejemplo, que trataré en un próximo artículo en el blog, Madrid redujo el consumo eléctrico de la ciudad durante la época de crisis en más de un 15% (la mayoría del recorte producido en hogares).... esto evidentemente repercuete en una disminución del impacto ambiental y de las huellas ecológica y de carbono de los ciudadanos madrileños.

      Ahora bien, cuando este factor de presión social se retira (me refiero a la crisis), vemos lo que se está empezando a producir ahora. La sociedad comienza a ejercer una presión ambiental que no sólo se recupera, sino que se empeora respecto a su estado original.... ¿Por qué?. Pues porque comenzamos a circular con nuestros vehículos, y ahora ya son una década más viejos, comenzamos a poner la calefacción mucho más, comenzamos a.... en fin, comenzamos a retomar el pulso de vida normal, pero con una ausencia de renovación y modernización de nuestra equipación que la hace peor y mucho más impactante.

      El principal problema es que muchos durante la época de crisis presumían de buen estado general del medio ambiente (como por ejemplo ocurría en muchas ciudades de España), lo cual les ahorraba preocupaciones y, con ello inversiones y búsquedas de alternativas. Y ahora que volvemos a los mismos o peores niveles de contaminación.... ¿donde están los verdaderos responsables?.

      En fin, que esta era la exposición de motivos que pretendía plasmar en mi artículo, aunque seguro que usted con la experiencia que atesora tiene mucho más que aportar y enriquecer de ella..... le invito a que continue participando y enriqueciendo este blog.

      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Es importante saber que las empresas, mineras entre otras, se preocupan por seguir y muchas veces no cumplir las normativas, en consecuencia, no hay sancion. Sucede del mismo modo desde los hogares, puesto que no hay educacion y sensibilizacion ambiental. Porque los gobiernos hablan poco de medioambiente y mas de contaminacion ambiental?? Porque es mas comodo pensar economica y luego ambientalmente. Claro, la produccion, la inversion y el capital debe primar a costa de los impactos ambientales que ocurren. Es un tema verdaderamente primordial que lo vamos postergando y no olvidemos que nuestro compromiso es dejar a los hijos de nuestros hijos un ambiente verde amigable mejor que el que hemos recibido. Tengo mucho mas para escribir pero estare atenta a su experiencia y reflexiones. Muchas gracias

    ResponderEliminar
  7. Es importante saber que las empresas, mineras entre otras, se preocupan por seguir y muchas veces no cumplir las normativas, en consecuencia, no hay sancion. Sucede del mismo modo desde los hogares, puesto que no hay educacion y sensibilizacion ambiental. Porque los gobiernos hablan poco de medioambiente y mas de contaminacion ambiental?? Porque es mas comodo pensar economica y luego ambientalmente. Claro, la produccion, la inversion y el capital debe primar a costa de los impactos ambientales que ocurren. Es un tema verdaderamente primordial que lo vamos postergando y no olvidemos que nuestro compromiso es dejar a los hijos de nuestros hijos un ambiente verde amigable mejor que el que hemos recibido. Tengo mucho mas para escribir pero estare atenta a su experiencia y reflexiones. Muchas gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Betty.

      Aclarar tan sólo que contaminación y medio ambiente son lo mismo, pues hablamos de nuestro entorno y de los impactos que ejercemos sobre el mismo... Pero los gobiernos no quieren hablar de ninguno de los dos términos, y lo peor es que buena parte de este desinterés proviene principalmente de la falta de interés del público en general.

      Por otro lado, si que es cierto que tenemos que dejar de lado la dicotomía economía / medio ambiente.... es un error total. Te invito a que te pases por mi artículo sobre economía circular, donde ya hago una exposición sobre este tema.

      http://ferfollos.blogspot.com.es/2014/09/economia-circular-parte-i-rompiendo-las.html

      La economía no sobreviviría sin el medio ambiente, pues es un sistema artificial creado por el hombre en la base de un sistema físico finito, como es el medio ambiente.

      Y el medio ambiente y su integración en las políticas económicas y de producción, no puede ser más que un motivo para la optimización y el ahorro de costes.

      Aquí el principal problema es que adquiramos conciencia real de estos hechos.

      Un saludo Betty.

      Eliminar
  8. Hace falta mucha pedagogía y sobretodo paciencia, para volver a la situación precrisis de 2004. El tema es que la demanda de técnicos "verdes" ha bajado en picado :-(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quedamos pocos pero muy voceras ;-)

      Tenemos que seguir insistiendo en hacer pedagogía y concienciación sobre estos temas, no podemos permitirnos bajar los brazos... nuestros hijos no nos lo perdonarían nunca.

      Eliminar
  9. Que el medioambiente no interesa o despierta muy pocas inquietudes es una sensación que lleva acompañándome desde hace tiempo, pero pocos artículos lo han expuesto de una forma tan cruda como el presente. No importa ni a los ciudadanos, ni a los políticos (¿cuándo fue la última vez que el medioambiente fue tema de debate en una campaña electoral?), ni a los emprendedores (y mira que el medioambiente ofrece oportunidades de negocio).

    No sé si es un problema de comunicación (hay que reconocer que cuestiones como el cambio climático se han contado francamente mal), pero siempre he considerado que el medioambiente tiene que ocupar un espacio más importante, tiene que ser un tema "prime time". Quizás se piensa que los televidentes van a huir despavoridos (ciencia por la tele!!! Dios del Amor Hermoso!! ¿Dónde vamos a llegar? Cambia de canal ahora mismo!!), pero recuerdo que cuando emitieron el documental del guaperas Di Caprio, el título "Before the flood" fue TT (casi tuve que pellizcarme para comprobar que no estaba soñando).

    Asimismo y por aportar también un par de observaciones propias con respecto a algunos de los datos que incluyes, Fernando, comentar otro curioso resultado del barómetro del CIS que vi hace unos días y que, siguiendo el hilo general del artículo, resulta ciertamente paradigmático, ya que más del 40% de la gente considera que «hay cosas más importantes en la vida que proteger el medio ambiente» (debe ser que respirar aire contaminado, beber agua sin garantías o alimentarse con productos de dudosa procedencia no pone en peligro el mero hecho de vivir, condición sine qua non para desarrollar todas esas actividades infinitamente más importantes).

    Igualmente, creo que también hubiese estado bien hacer una pequeña comparación de los resultados que ofrecen las búsquedas relacionadas con temas ambientales en países anglosajones. Tengo la sensación de que muchos de estos términos generan más discusión e interés en países como Reino Unido o el propio EEUU, aunque es cierto que ambos países tienen más población que España y la comparativa podría llevar a error. Es, al menos, la sensación que percibo cuando ojeo los artículos sobre medioambiente que publica The Guardian, que me generan cierta envidia, tanto por los temas que tratan como por la interactividad que consiguen, con miles de comentarios (de todo pelaje, obviamente) que, en cualquier caso, serían impensables en cualquier periódico de tirada nacional.

    En resumen: el día que empiece a tronar de verdad, ni Santa Bárbara nos salva.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Grande la aportación, como siempre Judit. Enriqueces y aportas siempre en todos los foros en los que coincidimos, y es un lujo contar siempre con tu opinión y experiencia. Más aún en mi blog.
      Respecto a tu aportación sobre el CIS, sinceramente creo que es un problema de percepción. Seguimos viendo el medio ambiente como algo ajeno, y a nosotros mismos por encima de nuestro entorno (como si la Tierra dependiese de nuestro altruismo y pudiésemos decir si salvarla o no)…. Y no hay peor equivocación que esa. La Tierra persistirá una vez que nosotros desaparezcamos, y muy seguramente lo hará en mejores condiciones que con la carga que suponemos para ella. Somos nosotros los que dependemos de su sustento y generosidad.
      Respecto a la temática anglosajona que propones, la verdad es que no se me había ocurrido, y me parece un ejercicio comparativo genial. Evidentemente me he puesto a hacerlo (ya me conoces), pues era de tu misma opinión, y la decepción ha sido monumental. La tendencia es exactamente la misma, y la conclusión original del artículo se mantiene, el medio ambiente interesa cada vez menos, y no depende ni del idioma ni de otros factores regionales.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Gracias por tus palabras Fernando! Estoy de acuerdo contigo en que se trata de un problema de percepción, pero también una falta de conocimiento (no me gusta especialmente la palabra "ignorancia", pero es necesario admitir que esta falta de información sobre cuál es nuestro papel en el planeta y todo lo que dependemos de él siempre resulta muy osada). Al final, como comentas, la Tierra no depende de nosotros en absoluto. Es más, le importa un bledo que estemos aquí o no, porque ella seguirá evolucionando y nosotros, la especie humana, desapareceremos en unos milenios.

      Lo triste es que el desinterés es contagioso (me has dejado un poco planchada con la comprobación de los países anglosajones)

      Saludos

      Eliminar
    3. Jajajajajaj.... que conste que yo, cuando vi tu comentario sobre los contenidos anglosajones, pense lo mismo que tu, pero la realidad siempre nos reserva un último bofetón.

      Los angloparlantes no tienen ninguna percepción distinta a la nuestra, y teniendo en cuenta la evolución de mandatarios en países como Estados Unidos, me temo que el desinterés aún puede ser creciente en este sentido.

      En cualquier caso, no podemos tirar la toalla Judit, en gente con tu proactividad y vocación está el futuro de todos.... así que ánimo !!!!

      Eliminar
  10. Hola!! Te encontré recorriendo los blogs de lablogoteca!!
    Te invito a visitar Educación Inicial!!
    http://lablogoteca.20minutos.es/educacion-inicial-44571/0/
    Estoy en solidario!! Mucha suerte!!! Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucha suerte para ti también Mariela, tu blog sobre educación pone de manifiesto claramente la pasión que sientes, así que te deseo lo mejor. Un saludo.

      Eliminar
  11. Me gusto mucho tu exposición del tema, no me extenderé en comentarios que ya han hecho, por cierto magníficos todos, la educación parte como la respuesta mas sugerente al problema, y solo cabría proponer, atraer a los jóvenes y niños hacia esta sabiduría medioambiental se hace mas que necesaria, sobre todo por ellos mismos, por nosotros mismos, y es ahí donde la administración, junto con los profesionales del tema tienen que hacerla atractiva, no se trata de machacar al niño para que aprenda el ciclo del agua, sino que entienda porque el agua es necesaria para la vida, hay que implicar a nuestros jóvenes y desde luego hacer del medio ambiente una asignatura al mismo nivel o mas que la matemática , la lengua o la física.

    Un saludo a todos y ánimo, personas como ustedes hacen falta en esta sociedad, y gobiernos que lo entiendan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu aportación, con la que coincido plenamente. Sin educación ambiental no hay futuro alguno. Pero para ello tenemos que involucrarnos todos: empresas, instituciones, familias, colegios, sociedad, etc. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Tus comentarios son siempre bienvenidos. Agrega aquí lo que desees en relación al artículo publicado.

Entradas populares de este blog

TRÁFICO Y CALIDAD DEL AIRE EN MADRID

PILDORA R-1. CALIDAD DEL AIRE CON R.