EL PROTOCOLO DE MADRID NO FUNCIONA

En Enero de 2016, y un poquito antes de que saliese a la luz el nuevo Protocolo de NO2 del Ayuntamiento de Madrid, al que algunos optimistas llaman “Protocolo Anticontaminación”, publiqué en el Blog un artículo sobre “Episodios de Contaminación Atmosférica”. En este artículo exponía cómo se producían los famosos episodios de contaminación de ciudades como Madrid, qué era lo que sucedía en la atmósfera, y las razones que me impulsaban a creer que los famosos protocolos recientemente promovidos por las grandes ciudades ni funcionaban ni funcionarían nunca.


Foto de la Ciudad de México. Fidel Gonzalez/Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)


Estas mismas consideraciones fueron remitidas al Ayuntamiento de Madrid, a través de sus nuevos procedimientos de participación ciudadana para que, si así lo consideraban pertinente, fuesen recogidas dentro de sus planes de gestión. El Protocolo de NO2 continúa aún hoy en día vigente, si bien el propio Ayuntamiento anuncia en su web que se está trabajando ya en otro nuevo. Corta vida la que ha tenido el aún hoy vigente protocolo. ¿Será por algo?.


FUNCIONA O NO EL PROTOCOLO DE MADRID.

Evidentemente, poco antes de que salga un protocolo a la luz no puedes afirmar a ciencia cierta que sus resultados vayan a ser buenos o malos. En esta vida, además, nada es blanco o negro, y por lo menos ciudades como Madrid, después de muchos años, contaban con algo que se llamaba protocolo y que proponía medidas concretas.

Cierto es que a muchos el protocolo aprobado en el mandato de Ana Botella y posteriormente aplicado en el de Manuela Carmena, e incluso el que posteriormente entró en vigor tras las oportunas reformas en Enero de 2016, se nos antojaba inútil y con pocas probabilidades de éxito, pero en aquel entonces pensábamos: “Por algo se empieza”.
Nunca puede ser malo evitar una emisión o reducirla, ahora bien, será suficiente para un problema tan grave como un episodio de contaminación.

Pasado un tiempo prudencial, ya puedo afirmar de forma fehaciente y con pruebas suficientes, que este tipo de Protocolos Anticontaminación no funcionan, y que concretamente el Protocolo de NO2 del Ayuntamiento de Madrid no tiene una efectividad real. Y es que, una vez producido el problema, las medidas adoptadas en los distintos escenarios sirven para más bien poco.

¿Por qué lo digo?. Pues porque poco después de año y medio, el histórico de datos se empeña en demostrar que pese a las medidas dispuestas en el Protocolo y la repercusión mediática que supone su adopción cada vez que se produce la “gorra de contaminación” sobre la ciudad de Madrid, la contaminación producida persiste y las medidas no sirven para prácticamente nada.


Foto de la Ciudad de Madrid con su famosa "gorra de contaminación". Gracias a Sergio Cambelo.


Hagamos un poco de minería de datos con la información que nos brinda el Ayuntamiento para las estaciones de la Zona 1 de Madrid, y nos percataremos de esto.

La Zona 1 es la zona central de la ciudad, y también la más problemática en el caso de la superación de límites y umbrales de contaminación, y para ella he escogido el histórico de datos de NO2 acumulados desde 2009 que podemos encontrar en la página web del Ayuntamiento. Un vistazo hacia atrás que me ha parecido suficiente para poder ver qué ocurría antes, qué ciclos de contaminación se daban y que ha sucedido después con el protocolo ya en marcha. Los resultados son los que os expongo a continuación:

Si estudiamos los días en los que tenemos superación del nivel de preaviso, el nivel inferior que engloba también el nivel de aviso del protocolo, y que es el que se produce cuando dos estaciones de la zona superan una concentración en NO2 de 180 µg/m3 durante 2 horas consecutivas, podemos observar que tras la entrada en vigor de los Protocolos de actuación la situación no ha cambiado especialmente.

El número de días con superación se mantiene prácticamente en la media, levemente por debajo (si bien hay que tener en cuenta que en ella se contabilizan años funestos como el propio 2015 o el 2011). En cualquier caso, 2016 y 2017, con protocolo en marcha, superan ya los días que se pudieron registrar en años anteriores como 2009, 2012, 2013 o 2014, por lo que en este sentido podemos afirmar que el protocolo no reduce el número de días que superamos.

Tened en cuenta en este sentido que 2017 no ha acabado, que queda el mes de diciembre para terminarlo, justamente el peor para la calidad del aire por NOx de todo el año, y que estamos entrando en la recta final en las peores condiciones posibles, por culpa de la falta de lluvias. De hecho, a fecha de publicación de este artículo, ya se ha producido algún episodio adicional no contabilizado. Adjunto en todo caso las predicciones más optimistas en el gráfico, para que se pueda ver cómo es previsible que termine el año.

El número total de horas en las que se supera el umbral marcado de 180 µg/m3 también se mantiene próximo a la media, levemente por debajo, aunque en este caso al calcular el ratio entre horas con superación y días superados, nos podemos encontrar con un leve ascenso que puede verse incluso agravado en este último año 2017. ¿Podría esto significar una leve tendencia en el alargamiento del tiempo de exposición durante las superaciones?. Es pronto para afirmarlo, pero apunta a que sí, algo que podría tener su justificación en las dinámicas atmosféricas que se dan durante una inversión térmica, tal y como vimos en el artículos sobre “Episodios de Contaminación”.

Resulta muy evidente que, tal y como se puede observar en la gráfica, en años anteriores (2009, 2012, 2013 o incluso 2014) anteriores a la entrada en vigor del protocolo, los resultados han sido considerablemente mejores que en la actualidad, gracias fundamentalmente a unas condiciones meteorológicas mucho más favorables. Esto confirma que la meteorología manda en los episodios, y que los protocolos tienen muy poca efectividad contra este factor si no lo incorporan de base en sus actuaciones.

Fuente de Elaboración propia

Al estudiar cómo evolucionan las concentraciones que se alcanzan en esos días en los que superamos el nivel de preaviso, es donde nos encontramos los “beneficios” que puede estar ofreciendo la adopción del Protocolo de NO2 en Madrid.

Y es que si vemos cómo evolucionan las concentraciones, frente al mismo número de superaciones, podremos observar que la concentración de NO2 registrada experimenta una cierta disminución respecto a la media interanual.

En este caso tenemos además un efecto que es claramente achacable al protocolo y perfectamente perceptible en la gráfica. En ella podemos observar que tenemos una concentración media sensiblemente inferior, pero no tanto porque se haya producido una reducción uniforme en todo el conjunto de las concentraciones, sino porque gracias al protocolo lo que sí que reducimos es los valores más altos, los máximos del conjunto, lo que los técnicos denominamos el percentil 90.


Fuente de elaboración propia


En la gráfica se observa que los valores máximos diarios y horarios son considerablemente inferiores a los de años anteriores pero, sobre todo, que la distancia entre los valores máximos obtenidos y la media se ha reducido considerablemente (el diferencial que se marca en la gráfica).

En definitiva, el Protocolo de NO2 sirve para que la concentración a la que estamos expuestos sea inferior, aun cuando dicho nivel sigue estando muy por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud y además podría estar prolongándose sensiblemente en el tiempo de exposición.
El protocolo de NO2 de Madrid sirve para que la dosis de veneno sea inferior, pero aun así sigue estando muy por encima de los 200 µg/m3 que establece la O.M.S.

Si analizamos la situación por Escenarios, más allá de los niveles de superación establecidos en el protocolo, podremos además percatarnos de algún dato curioso adicional.

Por un lado, podemos confirmar que el número de escenarios se mantiene en la media, y de hecho 2016 marca la misma, con 22 Escenarios totales en el año. Recordemos que 2017 está pendiente de terminar, y que el mes de diciembre suele ser el peor, razón por la que en las gráficas aparece este dato siempre en color más suave.

El porcentaje de Escenarios 2 (los correspondientes al nivel de aviso o a la prolongación del nivel de preaviso) es algo superior a la media en 2016 y presenta la misma tendencia para el 2017. Es decir, a un mismo número de escenarios, estamos teniendo un mayor número de escenarios con peor situación, lo cual no es una buena noticia.

Fuente de elaboración propia

Y esto, ¿a qué es debido?¿Cómo es posible que el número de Escenarios Tipo 2 sea mayor si dijimos que los máximos estaban descendiendo hace un rato, y gracias al protocolo?. Pues la respuesta es muy sencilla:

En primer lugar porque, tal y como podemos ver en el propio Protocolo de NO2, el nivel de Aviso está en 200 µg/m3 (el nivel que marca la O.M.S.), un nivel que ya supera de por sí la propia media de los episodios registrados, y que se encuentra muy próximo al nivel de Preaviso, marcado por 180 µg/m3 (20 µg/m3 no se corresponden ni con el nivel de fondo de Madrid en sus mejores momentos, por lo que son una diferencia mínima).

En segundo lugar, porque las condiciones meteorológicas que generan las inversiones térmicas son cada vez más estables, por lo que la generación de la superación es cada vez más rápida, y en zonas de Madrid, como la Zona 1, esto se traduce en la rápida acumulación de altos niveles de contaminación en periodos de tiempo muy reducidos, hasta tal punto que la mayoría de los Escenarios 2 se inician directamente con una superación del nivel de aviso, saltándose el preaviso, lo cual aún hace más inútiles la adopción de medidas correctoras a posteriori.
El Cambio Climático nos va a ahogar a todos, pero en nuestra propia contaminación.

De hecho, tal es la influencia de la meteorología en los episodios de contaminación y la ineficacia del Protocolo de NO2 de Madrid, que el 100% de los Escenarios de Tipo 2 que empiezan con un primer día con niveles de Preaviso termina teniendo en el segundo día un nivel de aviso por encima de los 200 µg/m3. Es decir, la contaminación corre más que las medidas previstas por el Ayuntamiento de Madrid.

Fuente de Elaboración propia


POR QUÉ NO FUNCIONA EL PROTOCOLO DE MADRID.

Como yo no soy amigo de dar problemas sin dar soluciones, y aunque bien es cierto que ya hablé en su día de cual sería mi visión de un protocolo coherente para luchar contra la generación de episodios de contaminación atmosférica, os resumo aquí mi visión del problema y las bases para su solución (tened en cuenta que lo que digo lo hago sin ser político de ningún color ni tener que asumir sus condicionantes de presión social).

Es evidente que los Episodios de Contaminación atmosférica se producen porque emitimos más contaminantes de los que la atmósfera es capaz de asimilar o le da tiempo a dispersar. Pero aquí la pregunta siguiente que nos tenemos que plantear es: ¿Por qué nuestra atmosfera no hace como siempre y nos libra de toda la suciedad que emitimos?. Pues aquí está la razón fundamental del problema y la base de la solución al mismo.

La atmósfera de Madrid es como un globo que vamos hinchando con nuestras emisiones, fundamentalmente del tráfico. Un globo que dispone de mecanismos internos para asimilar la contaminación y que tiene un pinchazo que le permite librarse poco a poco de la contaminación, de similar manera a como os represento en la siguiente ilustración.




Entre lo que asimila la atmósfera y el pinchazo del globo (y fundamentalmente más por este último factor), la atmósfera consigue salir del paso a duras penas semana a semana, siguiendo una tendencia acumulativa durante la semana, que consigue romper el fin de semana. Pero, ¿y si la meteorología se decanta por tapar el pinchazo? Entonces la acumulación es muy rápida y la atmósfera además pierde su capacidad autodepurativa, generando rápidas acumulaciones de contaminación que son imposibles de gestionar una vez que se han detectado.

Esto es lo que se produce precisamente cuando se da una “Inversión Térmica”. En la atmósfera aparece una especie de “tapa superior” que hace que se pierda la circulación habitual entre las capas inferiores y superiores, y el aire de las capas inferiores, donde se acumulan las emisiones del tráfico de nuestras ciudades, se queda estancado. Al no circular y dispersase la contaminación, esta se va acumulando en las capas inferiores y genera una acumulación cada vez más peligrosa y difícil de eliminar.

La dinámica atmosférica hace además que la contaminación que se acumula de esta forma vaya reaccionando de formas distintas y generando nuevos compuestos cuya permanencia en la atmósfera es menor, y cuya toxicidad para el ser humano también es más peligrosa, lo que hace de los episodios prolongados en el tiempo escenarios mucho más nocivos para la salud.



Llegados a este punto es donde podremos darnos cuenta de que el famoso refrán castellano toma especial vigor: “Más vale prevenir que lamentar”. Y esta debería ser la razón fundamental de cualquier Protocolo de NO2.

Y es que lo mejor es, ante situaciones meteorológicas en las que se está empezando a dar una inversión térmica, comenzar a reducir de forma drástica las emisiones que se van a acumular en nuestra atmósfera. La actuación principal debería ir siempre encaminada a evitar que se produzca el episodio, y no a luchar contra el mismo, y las condiciones meteorológicas deberían ser las que activasen este tipo de protocolos.

Una vez producido el episodio, está visto que las actuaciones encaminadas a reducir las emisiones sólo generan reducciones de picos máximos, y poco más, pero no afectan en realidad al propio episodio, o por lo menos no de una forma relevante, pudiendo incluso afectarle negativamente. En estos casos, en los que el Episodio ya se ha instalado, las actuaciones deberían ir más encaminadas a evitar una exposición prolongada de los ciudadanos, que a intentar reducir unas emisiones sobre las que poco podemos hacer ya. Bajo mi punto de vista, esta debería ser la forma de actuar siempre, o por lo menos hasta que los humanos encontremos formas funcionales de tratar las emisiones que ya hemos generado, o de actuar sobre la meteorología para evitar ese tipo de situaciones de estabilidad, aunque para ambas alternativas me parece que queda mucho.


Comentarios

  1. Si señor, haciendo amigos don Fernando.
    La verdad, muy bien documentado y analizado y estoy totalmente de acuerdo. Cómo bien dices hay que dar margen a que los protocolos funcionen y demuestren lo que pueden llegar a hacer pero, está gente funciona por imágenes electorales y eslóganes manidos que distan mucho de ser análisis serios y rigurosos por técnicos entendidos que permitan ojear una reacción positiva de dichos protocolos, pero que a ellos les ayuda en sus propios propósitos que son los votos y no así la verdadera raíz del tema, que debería ser buscar soluciones reales a la contaminación y a prevenir que en el futuro siga el problema.
    Gracias una vez más por aportar luz donde solo hay especulación. Grande Fernando, grande.

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  2. Por cierto, una duda con cierta maldad que tiene fácil respuesta. Según el actual Protocolo de NO2, ¿dos días consecutivos con superación del nivel de aviso (200 µg/m3) no se supone que es un Escenario 3 (50% de vehículos circulando)?, o ¿Acaso es que han visto que las condiciones meteorológicas permiten ser más flexibles?. Vamos a por el sexto día consecutivo de humos..... Buen día madrileños.

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  3. ¿Porqué titulas "el protocolo de Madrid no funciona" cuando la conclusión de tu propio artículo es que sí tiene un efecto positivo pero insuficiente?

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    1. Hola mvf. Gracias por tu aportación y por leerte el artículo.
      Titulo que "no funciona" porque sencillamente creo que su objetivo principal, que debería ser evitar o reducir el episodio, no se cumple, ni siquiera reduce los niveles medios de exposición al público (seguimos respirando lo mismo).
      Entiendo que te refieres a la parte en la que indico que el diferencial respecto a los máximos se reduce, pero bajo mi punto de vista esto no es más que anecdótico y aporta más bien poco en términos de salubridad, más aún si pensamos que existe una tendencia a la prolongación en sí misma del tiempo de exposición.
      Que conste que me gustaría ser más optimista, pero ahora mismo no puedo.

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    2. Pues o yo lo he entendido mal o una posible solución que apuntas es mantener las medidas (o similares) del protocolo actual pero cambiando los criterios de actuación para incluir datos climáticos. Me hubiera parecido más constructivo titular "cómo mejorar el protocolo", incluso "errores del protocolo", apoyando el hecho de que en Madrid se esté haciendo mucho, aunque con poco efecto, en vez de partir desde la critica absoluta. Se gasta mucho capital político cada vez que se entra en los escenarios de contaminación, y lo bueno sería que este gasto se tradujese en mejores resultados.

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    3. Es posible que el titular peque de demasiado efectista mvf. Tienes razón. En todo caso, no por ello deja de ser tal cual la realidad, pues la efectividad del protocolo es prácticamente nula (y en algunos casos podría ser incluso perjudicial, si se confirma que los episodios se prolongan en el tiempo por culpa de las medidas). Bajo mi punto de vista el protocolo no hay que mejorarlo, hay que cambiarlo directamente. Se trata de prevenir antes que de lamentarnos por esta falta de efectividad. Mi idea, en todo caso, sería la de adoptar medidas iguales o incluso adicionales a las actuales cuando la situación meteorológica lo requiriese, antes de que ya tengamos la inversión térmica encima, evitando que se alcancen los niveles actuales. A posteriori, ya, poco se puede hacer... tal y como se demuestra en el artículo.

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    4. Comentar además, que no pretendo hacer críticas absolutas ni destructivas. Y de hecho en el artículo ya digo que por lo menos ciudades como Madrid tienen algo previsto para hacer. En otras no tenemos ni eso. En este sentido, y precisamente por el "capital político" que suponen este tipo de protocolos, punto en el que coincido plenamente contigo, lo que digo es que el protocolo no funciona para acto seguido dar las soluciones que yo creo que podrían funcionar mejor... y de hecho en Twitter los mensajes han ido dirigidos a @MADRID por si el artículo sirve de aporte en este sentido. También te digo que en el tema de nuestra clase política (TODA) también ando muy desencantado, pues me parece que tienen una sordera crónica con los técnicos que nos dedicamos a esto, primando el interés político antes que el público. De hecho, con este episodio que estamos viviendo ya se están saltando su propio protocolo a la torera en el establecimiento de escenarios.

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  4. Encima de Madrid hay una constante fumigación por parte de aviones no comerciales que no siguen pasillos aereos y que forman unas "extrañas neblinas" que duran dias convirtiendo los dias azules en blancos y los atardecers en marrones. Seguir obviando esto es desinformar. Ah, soy ingeniera agronoma algo se de metereologia. Nos estan fumigando para desertificarnos asi de triste. Esa capa impide la correcta airenovación de la atmósfera y está compuesta por metales pesados. Pero sigamos mareando la cada vez más insostenible versión oficial del co2. Ojala el problema fuera el co2. Ya quisieramos.

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    1. Viendo que en Facebook inicias con un "Nooormal !!! Se asfixia desde ARRIBA IMBÉCILES", creo que me voy a limitar a indicar que no termino de entender tu planteamiento desde el punto de vista de la Eficiencia del Protocolo de NO2. Gracias en todo caso por compartir tu punto de vista respecto a los "Chemtrails".

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  5. Al objeto de aportar más luz al tema, e intentar obtener conclusiones sobre las causas que hacen que el protocolo de Madrid aporte unos resultados como los vistos en este artículo, os invito a leer el siguiente: "Por qué no funciona el Protocolo de Madrid". Un análisis de los puntos débiles de un protocolo con el objetivo de dar con las claves para su mejora. Espero que os guste.

    https://ferfollos.blogspot.com.es/2018/01/por-que-no-funciona-el-protocolo.html

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